Liberales y conservadores empezaron una lucha frontal en el campo colombiano que no fue nunca declarada como guerra civil y que dejó cerca de 300 mil muertos y la migración interna de millones de personas a las grandes ciudades del país. Los historiadores han confirmado que esta etapa histórica del país estuvo también motivada por terratenientes que expulsaron a los campesinos de sus tierras ante la falta de una reforma agraria efectiva en la nación.
Con la toma del poder por parte del General Rojas Pinilla, se calma un poco la tensión imperante en el país, hasta 1957, cuando entre los líderes de los partidos se marca una tregua que terminaría con la ejecución del Frente Nacional que rotó el poder entre los dos partidos.